Alwa CY, una “cholita hiphopera”, estudia Publicidad y Marketing en una universidad privada, aún le faltan dos años para culminar su carrera, pero en su tiempo libre ayuda a sus padres en su puesto de venta.
Su sueño siempre fue ser cantante. Desde muy pequeña soñaba con estar en los escenarios, a sus 18 comenzó a asistir a los eventos de hip hop que se organizaban en la ciudad de El Alto. “Empecé a ir a eventos urbanos, ahí fui apreciando el rap, recuerdo que a mi mamá le molestaba que yo vaya a ese tipo de eventos y yo me escapaba para ir ahí. El hecho de estar ahí, aunque me lo prohibían, me llenaba de adrenalina y de más curiosidad por conocer ese género”, dijo.
Al estar en los eventos de hip hop y con el pasar del tiempo, ella se animó a cantar y empezó a componer y escribir, al principio lo hacía solo para ella.
“Cuando comencé sentía que no me salía bien, con el pasar de los años fui mejorando, la primera canción que escribí describe quién soy yo, dije ‘escribiré un tema que me identifique’ y lo hice, pero aún no lo lanzaré, tal vez más adelante, la mayoría de las letras de mis canciones las hice renegando por las cosas que me pasaban, el escribir me hizo bien y la rabia se me pasaba”, contó con una sonrisa la compositora.
Para aprender un poco más sobre el ritmo del hip hop Alwa formó parte de Pachamama familia Bolivia, un colectivo internacional que promueve el arte urbano. “Ellos me animaron a cantar, me hicieron pisar un escenario, recuerdo que pagaban mis pasajes, con ellos hacía coros y estoy agradecida porque me hicieron perder el miedo a los escenarios y pude ganar un poco de experiencia”.
Inició la cuarentena y Alwa, como todos, tuvo que dejar de lado su vida cotidiana. “Me alejé de ellos porque ya había llegado la cuarentena y también porque quería hacer algo más serio y durante todas las restricciones arreglé todas las composiciones y buscaba videos en YouTube para practicar y aprender. Al principio no tenía quién me ayude con la producción del video, así que lo dejé ahí nomás y seguía cantando para pequeños grupos en los espacios que hay aquí en El Alto”, relató la artista.

Cuando pasó la cuarentena, Alwa organizó eventos de hip hop, en los cuales brindaba más espacio a jóvenes, ya que en este género muchas veces los que se animan a salir a la luz son varones. “En la mayoría de los eventos que hice de hip hop las chicas eran las protagonistas, yo hago esto por empatía para que todos vean que las mujeres jóvenes también son capaces de estar en este ambiente, primero hice que la gente de mi género me conozca para así también hacer que las demás chicas puedan llegar a ser conocidas y mostrar que podemos romper estereotipos en una sociedad conservadora”.
La oportunidad para grabar su primer tema se le presentó cuando unos amigos de Cochabamba llegaron a la ciudad de La Paz. “Recuerdo que ellos me invitaron a un evento que habían organizado en un garaje por la Tejada Sorzano, ahí canté y me grabaron con sus celulares, lo compartieron en sus grupos y en algunas redes sociales, ese video llegó hasta oídos del novio de una amiga que era productor de música, él me contactó y ahí se me dio la oportunidad de grabar este primer tema. Me siento muy agradecida por todo el apoyo”, dijo.

Principio sin fin es el título de su primer video, que tuvo la colaboración de A film by: José Gabriel Mamani (el don Gabo), producción de Audio: Cordillera Récords Dennis Q. Issa, Beat: Urben Beats Rubén Urquizo Chalco, Miguel Pattzi – Cámara ,Janira Villarreal – Producción, Nataniel Mamani – Producción, entre otras personas.
“Agradezco mucho a todos los que me apoyaron y espero que la gente me conozca aún más para demostrar que nosotras sí podemos pertenecer a este género del hip hop”.
Alwa CY dijo que ayudará a las jóvenes a incursionar en la música urbana. “Todas pueden contar con mi apoyo, ya que en éste y todos los rubros es importante que las mujeres podamos apoyarnos y confiar en nuestras capacidades”.
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