Inglaterra eliminará obligación de aislarse por Covid

Australia reabrió el lunes sus fronteras internacionales a los turistas vacunados, poniendo fin así a dos años de uno aislamiento draconiano debido a la pandemia de Covid-19. Reportaje en Sydney con profesionales del turismo.

Inglaterra eliminará a partir de la próxima semana todas las restricciones aún en vigor contra el COVID-19, incluida la obligación de aislarse para los contagiados con la enfermedad, anunciaron las autoridades el sábado (19.02.2022).

Downing Street -la oficina del primer ministro británico- adelantó este anuncio que el propio jefe del Gobierno, Boris Johnson, formalizará la semana que viene, en una estrategia que ha sido criticada desde muchas voces de la comunidad científica por el riesgo de que dispare la transmisión del virus.

Las autoridades australianas reabrieron las fronteras del país a los turistas vacunados este lunes, tras dos años de cierre para evitar los contagios.

Un vuelo de la aerolínea local Qantas procedente de Los Ángeles fue el primer en aterrizar en Sídney a las 06H20 hora local, seguido de otros vuelos desde Tokio, Vancouver y Singapur.

«La espera terminó», indicó este domingo en una conferencia de prensa el primer ministro Scott Morrison. «Preparen sus maletas», lanzó a los potenciales visitantes, añadiendo: «No olviden traer dinero, porque van a encontrar muchos lugares donde gastarlo».

Se prevé la llegada de 56 vuelos internacionales a Australia en las 24 horas posteriores a la reapertura, un volumen muy por debajo del nivel prepandemia, aunque Morrison aseguró «no tener dudas» de que este número aumentará en poco tiempo.

Australia cerró sus fronteras a casi todo el mundo, con excepción de sus ciudadanos y extranjeros residentes, en marzo de 2020, en su intento por detener el aumento del número de contagios por Covid-19.

Esta prohibición de viajar también afectó a sus ciudadanos, que solo podían trasladarse al exterior con una causa justificada.

Según la Cámara de Comercio e Industria de Australia, cada mes de aplicación de esas restricciones generó un costo de unos 2.600 millones USD al sector privado, y el turismo se ha visto especialmente afectado.

Tras pasar casi dos años aislados del mundo y, sobre todo, de sus clientes, los profesionales del turismo se alegran de poder acogerlos de nuevo, sin esperar tampoco un repunte inmediato de su actividad, constató el corresponsal de RFI en Sydney, Grégory Plesse.

En la explanada de la Ópera de Sídney, David, gerente de una tienda de piedras preciosas australianas se siente “como un agricultor después de diez años de sequía, que por fin ve llegar una nube y la lluvia», dice desesperado. “Cuando llegue el primer vuelo de turistas, saldré desnudo y me pondré de rodillas, como hacen los campesinos”, dijo.

Al otro lado del muelle, Mason, conductor de taxi acuático acoge con satisfacción el regreso de los turistas, pero no cree en un boom, ya que Australia ha adoptado una postura muy firme en sus fronteras desde el comienzo de la pandemia, lo que probablemente ahuyente a los posibles viajeros.

«Los turistas volverán. Pero llevará tiempo. Australia ha estado aislado del mundo durante mucho tiempo y su política sanitaria, las normas de cuarentena, por ejemplo, no son bien conocidas por el público», dijo al micrófono de RFI.

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