El Cerro Rico de Potosí, con una altitud aproximada de 4.800 msnm, conocido como el Urqu P’utuqsi, ‘Cerro de Potosí’, gozó de fama mundial a lo largo de los siglos por la extracción de la plata. Ahora la explotación sin planificación amenaza su estructura.
Esta explotación sin planificación y de manera descontrolada ha generado hundimientos que ponen en riesgo la mítica silueta del Sumaq Urqu, ‘cerro hermoso’.
Enfocado en este problema, el Gobierno está trabajando desde el principio de su gestión para la preservación del cerro.
Es en este marco que, según Ramiro Villavicencio, ministro de Minería y Metalurgia, se han emprendido varias acciones. Se determinó que existen 63 hundimientos arriba de la cota 4.400 y por lo pronto la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) ya intervino con “relleno seco” en nueve hundimientos, con buenos resultados.
En mayo de 2021, el Ministerio de Minería presentó una propuesta técnica para preservar la morfología del cerro; sin embargo, el pleno de la institucionalidad potosina decidió que la solución al problema sea fruto de un trabajo consensuado con el Comité Interinstitucional para la Preservación del Cerro Rico de Potosí (CIPCRP).
Este comité está conformado por los ministerios de Minería y Metalurgia; Culturas, Descolonización y Despatriarcalización; la Gobernación, el Gobierno Municipal y la Universidad Autónoma Tomás Frías (UATF), la Federación Departamental de Cooperativas Mineras (Fedecomin), la Federación de Trabajadores por Cuenta Propia, la Cámara de Exportadores, la Brigada Parlamentaria, la Central Obrera Departamental (COD), la Sociedad de Ingenieros de Bolivia, el Comité Cívico Potosinista (Comcipo), profesionales del ámbito, entre otros actores sociales del departamento.
El viceministro de Política Minera, Regulación y Fiscalización, Wiston Medrano, informó que una comisión técnica evaluará de forma permanente la estructura del Cerro Rico con el propósito de intervenir los hundimientos, mitigar el deterioro y aplicar acciones específicas para restaurar la morfología del cerro.
Uno de los trabajos destacados que se aplicó es un estudio topográfico, fotogramétrico y de escaneo en tercera dimensión (3D) sobre la situación actual de la estructura morfológica a cargo de la consultora Drontex.
“Con esto hemos podido determinar el riesgo que existe. Se han identificado los lugares de hundimientos en los que hay más peligro. El análisis se ha hecho en la cúspide del cerro, donde se determinó que existen 63 hundimientos arriba de la cota 4.400”, manifestó el Viceministro.
La autoridad señaló también que se hizo un levantamiento de datos de todas las bocaminas.
“Con toda esta información nosotros podemos determinar qué bocaminas están generando hundimientos, en función de eso hemos conformado mesas de trabajo técnicas para tener el control definitivo y poder preservar nuestro cerro. Actualmente se están elaborando estudios con los técnicos de esta Comisión interinstitucional. Con todos los estudios y la información proporcionada se definirá la cantidad, tipo de relleno e inversión necesaria para remediar estos hundimientos” remarcó.
Las instituciones comprometieron la presencia de ingenieros, técnicos e incluso consultores en mecánica de roca, para decidir cómo y bajo qué condiciones se tendrán que intervenir cada uno de los hundimientos del Cerro Rico, pero además aprobar proyectos adicionales de estudios geotécnicos, geofísicos y otros para encarar soluciones estructurales.
El gerente regional de la Comibol Potosí, Ramil Silvestre, señaló que “el Directorio Técnico tendrá la responsabilidad de planificar la elaboración de los términos de referencia (TDR) que se necesitarán para desplazar acciones estratégicas que tendrán como objetivo preservar la estructura del cerro e iniciar la restauración de la montaña de plata, como solicitó la Unesco al Gobierno boliviano”. AEP
