Arce urge afianzar la reestructuración de la Policía y Aguilera defiende su cargo

Por la noche, el Presidente se reunió con altos jefes policiales en la Casa Grande del Pueblo, en medio de una convocatoria para la posesión de “nuevas autoridades”.

El presidente Luis Arce pidió ayer que se consolide la reestructuración de la Policía, iniciada en junio del año pasado con la aprobación de la Ley 1387 de Carrera de Generales y Ascensos de la Policía, la cual dio paso a que el Ministro de Gobierno sea parte del Alto Mando Policial. Por su parte, el comandante general de la institución, Jhonny Aguilera, salió en defensa de su cargo, habló de un “golpe suave” y dijo que tras los pedidos de su renuncia al cargo “hay oscuras intenciones”.

“La reforma institucional de la Policía Boliviana comenzó hace varios meses con la nueva ley de la carrera de generales y ascensos, aprobada por la Asamblea Plurinacional y debe continuar con todo el paquete de leyes que fue anunciado por el ministro de Gobierno (Eduardo del Castillo) en reiteradas ocasiones”, sostuvo Arce en su discurso durante el acto de conmemoración de los 196 años de creación de la institución del orden.

Por la noche, el Presidente se reunió con altos jefes policiales en la Casa Grande del Pueblo, en medio de una convocatoria para la posesión de “nuevas autoridades”. El acto fue suspendido, después de que los invitados esperarán más de una hora. La viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, dijo que la posesión era del nuevo presidente de la Comibol y anunció que el acto será esta jornada.

Corrupción

En los últimos meses, la Policía fue cuestionada tras revelarse hechos irregulares en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) con el caso de los narcotiktokers y los narcoaudios. Por otro lado, medios chilenos revelaron que efectivos de la Dirección Nacional de Prevención de Robo de Vehículos (Diprove) estaban comprometidos en la comercialización de vehículos robados.

Ante esos y otros casos de corrupción que aquejan a la institución del orden, Arce señaló que de los 40.000 efectivos que forman la Policía, son “pocos” los que incurren en esos casos.

“Se ha avanzado en la lucha contra el narcotráfico, lucha contra la violencia hacia los niños, feminicidios y otros. Sin embargo, persisten algunos malos policías que ensucian el uniforme con intereses personales y foráneos, que impiden consolidar esta recuperación de la confianza del pueblo boliviano hacia su Policía”, señaló el Presidente.

El mandatario prosiguió con su discurso en el acto de aniversario que se dio en medio de la polémica que existe por el asesinato de los tres policías a manos de sicarios colombianos, el pasado 21 de junio, en el municipio de Porongo, en Santa Cruz. El principal implicado, Misael Nallar, yerno del narco Einar Lima Lobo (que cumple condena por narcotráfico en Brasil) está detenido en el penal de Chonchocoro, pero se sospecha que tiene nexos con policías, que primero trataron de encubrir el crimen y luego lo ayudaron a huir, según informes.

“Hoy en día nos encontramos ante la necesidad de una nueva reforma policial estructural, que no sólo ingrese a los libros de la historia, sino también que demuestre a la población que la Policía está cambiando y que está eliminando a los malos elementos que aún se encuentran en sus filas, y que se van a desterrar las viejas prácticas”, indicó el primer mandatario.

Aguilera se defiende

Por su lado, el comandante de la Policía, general Jhonny Aguilera, salió en defensa de su cargo y calificó de “mala intención”, los pedidos de renuncia y destitución que han surgido por parte de diputados y senadores, tanto de oposición como del oficialismo, como el diputado Daniel Rojas, del MAS, y las declaraciones de su colega Héctor Arce, que tildó de “maquillaje” los informes de Aguilera sobre el asesinato de los tres policías.

“La Policía Boliviana siempre recibe estas críticas con humildad. También encuentro que existe mala intención, intenciones indudablemente oscuras que pretenden debilitar la fuerza policial y lo hacen, en lo que nosotros hemos denominado la ‘guerra híbrida’, o la ‘revolución de colores’ o el ‘golpe suave’, varias cosas que pretenden desestabilizar más eficiencia que nunca, más rapidez, más acción y sobre todo, mayor compromiso”, declaró Aguilera.

Ni Aguilera ni Del Castillo

Las repercusiones no se dejaron esperar. Uno de los primeros en manifestarse fue Emilio Rodas, exviceministro de Régimen Interior y Policía, destituido por Del Castillo precisamente antes de la aprobación de la Ley de ascenso de generales.

“Qué bien que el Presidente impulse una reforma estructural (de la Policía) que la venimos planteando hace meses en base a la experiencia vivida. No será posible ni con este comando ni con el actual ministro que han perdido autoridad en una estructura desbocada y permeada por prácticas corruptas”, escribió Rodas en su cuenta de Twitter.

“Tengo entendido que (el entonces proyecto de ley) ha sido trabajado en el despacho del ministro (Del Castillo)”, detalló Rodas hace un año, en contacto con Página Siete. /P7

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