En las ciudades de Sucre y Santa Cruz van por suspender el uso del barbijo en espacio públicos ante la drástica disminución de nuevos casos COVID-19. Ante esa tendencia, el ministro de Salud, Jeyson Auza, llamó a mantener las medidas de bioseguridad y evitar dar a la “población una falsa sensación de que esto ha concluido”.
“Lo que nos preocupa es que si damos a la población una falsa sensación de que esto ha concluido vamos a disminuir los índices de vacunación y vamos a disminuir la posibilidad diagnóstica, lo que va a obligar a andar a ciegas en cuanto a la pandemia”, expresó en vista, sobre todo, a la llegada del invierno y con ello problemas respiratorios.
El Concejo Municipal de Sucre aprobó una ley descartando el uso del barbijo en espacios abiertos, mientras que este jueves el alcalde de Santa Cruz, Jhonny Fernández, anunció similar decisión ante la disminución de los nuevos positivos a la conclusión de la cuarta ola de la pandemia en Bolivia. En La Paz, el alcalde Iván Arias planteó dejar de usar el barbijo.
Auza reflexionó sobre la necesidad de mantener las medidas de bioseguridad y aseguró acciones ante la eventualidad de la quinta ola.
Ante la proximidad de la época de invierno, “es que nosotros nos mantenemos en la recomendación de que es el momento de que debemos extremar las medidas de bioseguridad, cualquier resfrío debe ser sospecha de COVID-19 y se debe acudir a un centro de diagnóstico para descartar esta presencia”, insistió.
En Bolivia hay un plan para la detección de positivos y una campaña permanente de vacunación para todos los mayores de cinco años. El Gobierno habilitó la cuarta dosis del inmunizante.
La Razón.