El niño de 11 años que estaba internado en el Hospital de Niños, que sufrió abuso sexual en Yapacaní, falleció. Así lo dio a conocer su hermana a EL DEBER. El pequeño fue intubado este jueves y ayer cayó en estado de coma.
Al rededor de las 8:00, el niño que se encontraba internado en la unidad de cuidados intensivos del Hospital de Niños Mario Ortiz, debido a la fase terminal del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), perdió la vida.
A dos días de ser intubado, el cuerpo del pequeño no pudo resistir los efectos de la enfermedad, que ya le había ocasionado encefalopatía, que según el director del centro de salud, Freddy Rojas, era lo más grave en este caso, además de hipertensión sistémica.
La familia, al enterarse, informó que estaba saliendo para la capital cruceña.
PERITOS BUSCAN MÁS PRUEBAS
Un grupo de peritos de la Policía llegó este viernes hasta las viviendas donde habitaban los cuatro acusados de violación del municipio de Yapacaní, en busca de recolectar elementos que pudieran servir como evidencia dentro del caso del menor abusado que se encuentra en terapia intensiva.
En este trabajo participaron efectivos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv) y del Instituto de Investigaciones Técnico Científicas de la Universidad Policial (IITCUP). Además de la Fiscalía y de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de Yapacaní.
El fiscal Julio Cesar Bustos indicó que el primer registro se realizó en la vivienda ubicada en el barrio Tarija, del distrito 2, en donde encontraron varios elementos, entre ellos una sábana que aparentemente estaba manchada con líquidos seminales.
Posteriormente, los peritos se dirigieron al barrio Santa Catalina donde, supuestamente, vivía el acusado de violación Miguel Ángel Salazar Téllez. En este otro inmueble también se colectaron algunas posibles evidencias que serán anotadas en el cuadernillo de investigación.
Por su parte, Silvia Suazo, representante de la Defensoría de la Niñez de Yapacaní, señaló que estuvo presente durante las dos inspecciones a los inmuebles para colaborar con las investigaciones policiales sobre la violación contra un menor.
Estas viviendas quedaron precintadas luego de su registro, debido a que ya no son habitadas por la familia de los cuatro acusados de abuso, puesto que fueron desalojados por vecinos del distrito 2 de Yapacaní.
