«Yo soy la afectada, ese día entré a clases después de tanto vomitar, porque (la estudiante) dijo que no enseño», fueron las palabras con las que Rosario Chávez, la docente de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (UAGRM) denunciada por discriminación, se defendió.
La catedrática rompió el silencio, en contacto con Unitel, sin temor alguno, y defendió su posición respecto al audio que le envió a una estudiante de su clase, a quien acusa bajo el argumento de tener «malas calificaciones».
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«Esta chica no ata ni desata. Ese 80 (de calificación) es regalado para sacarle un poco su amargura», dice Chávez sobre la estudiante Mónica V., quien la acusa de discriminación.
«Esta chica está vacía, no sabe dónde está parada», agrega la mujer, un día después de maximizarse la polémica por la difusión de un audio atribuido a la profesional, en el que se la escucha referir lo siguiente sobre la estudiante: «Hasta vómito me da tenerte en mi clase».
La docente agrega que la alumna que la acusa tiene «envidia» de su auxiliar y que rinde «malos exámenes», por lo que con frecuencia pide repetirlos, pues justifica que vende comida.
«Parece que ella es la única que vende comida y siempre está con su cizaña», sostuvo.
Añade que no tiene temor a una investigación en la Defensoría, y que esta instancia debería indagar en «las calumnias» que hace la estudiante a sus compañeros.
Opinión.