Argentinos son asfixiados por la hiperinflación; luego vienen los efectos del shock

|| Entre las reformas más destacadas del decreto, está la derogación de leyes claves enfocadas en los alquileres

La economía de Argentina enfrenta uno de sus momentos más críticos en la historia reciente al experimentar una fuerte inflación cuya proyección más baja es de 180 por ciento en 2023, además de comenzar a transitar las primeras consecuencias de las medidas de “shock” definidas por el nuevo Gobierno a cargo del presidente Javier Milei.

La escalada inflacionaria ha dejado a la población vulnerable con una marcada caída en los salarios y una disminución drástica en el poder adquisitivo, situación que podría agravarse tras la reciente devaluación de la moneda.

Frente a un contexto aún imprevisible, algunos analistas estiman una inflación anual cercana al 200 o 300 por ciento hacia fines de 2024, mientras que desde el Gobierno de Milei se habla de estar a las puertas de una hiperinflación que podría rondar el 3.000 por ciento anual, según estimó recientemente el ministro de Economía, Luis Caputo.

En medio de la crisis, Milei anunció recientemente un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que contiene 30 relevantes reformas orientadas a desregular la economía, con lo cual se busca liberalizar el comercio, los servicios y la industria en todo el territorio nacional.

Entre las reformas más destacadas del decreto, está la derogación de leyes claves enfocadas en los alquileres, el abastecimiento y las góndolas así como otras orientadas a promoverla privatización de empresas estatales.

El decreto también contempla cambios significativos en el sector salud y farmacéutico, la industria turística y el mercado inmobiliario, buscando una liberalización económica integral.

Entre las voces de los principales afectados por la crisis en el país suramericano, está la de Carlos Gutiérrez, un trabajador gastronómico de 45 años quien afirma que “cada día es más difícil llegar a fin de mes, los precios en el supermercado siguen subiendo y mi salario simplemente no puede seguir el ritmo”.

Por su parte, jubilados como Martín Gonzalez, de 60 años, afirman tener un ingreso que no les permite satisfacer el conjunto de sus necesidades básicas.

“Como jubilado, veo que mi poder adquisitivo disminuye mes a mes; los medicamentos y los servicios básicos cuestan más y mi pensión no aumenta al mismo ritmo que la inflación”, comentó González a Xinhua.

También, Roberto Sánchez, un emprendedor de 38 años, afirmó que “la inflación está asfixiando mis posibilidades de crecer; los costos de los insumos suben pero si aumento mucho los precios, pierdo clientes”.

En diálogo con Xinhua, el economista Hernán Bergstein advirtió que la alta inflación, que es el problema que aqueja con mayor fuerza a los ciudadanos, impactará severamente a las clases bajas y medias, dado que los salarios no seguirán el ritmo de la suba de precios.

“Sin duda que vamos a superar el 140 por ciento (de inflación) anual y va a estar complejo porque a diferencia de los años anteriores, no vamos a tener unas paritarias (negociaciones salariales) que van a acompañar este aumento, así que esta inflación va a impactar directamente en los bolsillos de las clases bajas y las clases medias”, sostuvo el consultor independiente y profesor en la Universidad Nacional de Quilmes (Unqui).

“Estamos en vísperas de una hiperinflación, sobre todo con un Gobierno que no va a poner herramientas para frenarlo, sino que va a dejar que el mercado se regule”, agregó.

El economista proyectó un 2024 sombrío, con estancamiento económico y problemas sociales agudizados, a la vez que criticó la visión económica del Gobierno, señalando que la reducción del gasto público y las políticas neoclásicas no resolverán los problemas económicos de fondo.

“Para 2024 veo un panorama negativo, un estancamiento que se va a pronunciar aún más todavía, veo un aumento de los precios, una inflación que va a seguir subiendo. Hay un desinterés por parte del Gobierno de dar apoyo a las clases bajas, por lo tanto, va a haber grandes problemas sociales”, continuó Bergstein.

El economista comparó la situación actual con las gestiones de los expresidentes Mauricio Macri (2015-2019) y Carlos Saúl Menem (1989-1999), anticipando que las consecuencias económicas podrían ser aún más severas bajo el gobierno de Milei.

“Acá se está probando dejar librado todo el mercado, una falsa sensación de que el mercado regula. Es verdad que regula el mercado pero la pregunta es ¿a dónde regula? (…) ¿dónde van a frenar los precios? Donde la empresa lo considere porque el poder que tiene la empresa es mucho mayor que el poder de la demanda; por lo tanto, define precios y cantidades cuando quiere”, señaló.

La situación del alza de precios que históricamente ha afectado a Argentina se agrava en esta ocasión por los fuertes niveles de emisión monetaria y endeudamiento que ya enfrentaba el país así como por la imprevisibilidad ante las medidas de ajuste ortodoxo que está aplicando el nuevo Gobierno.

Por otra parte, Bergstein se refirió a la situación actual del programa financiero con el Fondo Monetario Internacional (FMI) asegurando que el organismo podría prestar atención a indicadores socioeconómicos más allá de garantizar el retorno del préstamo ofrecido al país.

“Dudo que el FMI solamente ponga la mirada en pagar sus deudas. También deben pensar en evitar que Argentina arrastre a los países de la zona en una crisis que después haya que salir a cubrir”, expresó.

El actual panorama económico pondrá a prueba la resiliencia de la sociedad argentina y la capacidad del Gobierno de Milei para navegar la crisis; las medidas de desregulación, aunque buscadas como soluciones, generan incertidumbre y preocupación entre amplios sectores de la población. || Xinhua

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