Hasta seis instancias pueden intervenir contra el bullying

|| Así lo explicó la viceministra de Igualdad de Oportunidades, Nadia Cruz. En entrevista con La Razón, la autoridad detalló que de manera institucional, tanto el sistema educativo como las Defensorías de la Niñez y Adolescencia pueden recibir las denuncias.

El abordaje debe ser inmediato, el bullying en las unidades educativas del país puede ser intervenido por hasta seis instancias, que están obligadas a atender tanto la presentación de la denuncia como la omisión de alguna de las instituciones.

Así lo explicó la viceministra de Igualdad de Oportunidades, Nadia Cruz. En entrevista con La Razón, la autoridad detalló que de manera institucional, tanto el sistema educativo como las Defensorías de la Niñez y Adolescencia pueden recibir las denuncias.

“Primero lo que se debe generar en las unidades educativas y las familias son entornos seguros para la escucha y la posibilidad de confianza».

«Para que los chicos puedan hacer una denuncia, puedan manifestar el daño, el maltrato o la exclusión que están sufriendo y a partir de eso poder generar un abordaje”, afirmó Cruz.

Es más, si el niño no recibe ayuda de un adulto, puede ir solo a reportar el caso y debe ser atendido como corresponde.

Contra el bullying

“Las Defensorías de la Niñez y Adolescencia tienen competencia para poder escuchar incluso directamente a ellos, sin ningún tipo de asistencia de los padres, hermanos, personas mayores, mucho menos abogados. Tienen la obligación de recibirles a los chicos sus denuncias. También el propio sistema educativo”.

Pero, ¿qué sucede cuando no se recibe respuesta? Además del colegio, en el sistema educativo pueden atender la denuncia tres instancias más: las direcciones distritales, las departamentales y el propio Ministerio de Educación. Asimismo, aparte de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia (DNA), el Ministerio de Justicia puede ser partícipe.

“Tienen la opción de presentar denuncia contra los servidores o servidoras públicas que no hubiesen aceptado la denuncia, ante las instancias superiores; en el caso de las unidades educativas hacia las distritales, de las distritales hacia las departamentales y finalmente al Ministerio de Educación. En el caso de las DNA, el ente rector es el Ministerio de Justicia”, complementó la exdefensora del Pueblo.

El Ministerio de Justicia, a través del Viceministerio de Igualdad de Oportunidades, hace un monitoreo respecto al proceder de las defensorías. “Tenemos una tarea de vigilancia, de ver que todo el paraguas normativo de política pública en favor de estas poblaciones se cumpla. En ese marco, nosotros también podríamos conocer denuncias en contra de las instancias de defensa, en este caso de las defensorías”, subrayó.

Atención

Así se garantiza, mediante estas seis instancias, que el bullying sea atendido como corresponde y que tanto padres como los menores de edad tengan garantizados los mecanismos para recibir una respuesta y eliminar el acoso escolar en un colegio.

Cruz destacó la importancia de que la familia sea un primer espacio de alerta, conversar con los hijos y estar al pendiente de que se procura una convivencia pacífica en el colegio.

Lo propio pueden hacer los maestros, que resultan también cercanos a monitorear cómo se relacionan los niños y adolescentes en las clases.

Una vez identificado y denunciado el caso, existen dos vías para abordar y buscar soluciones al problema.

“La violencia en el ámbito escolar está sancionada tanto en el ámbito administrativo como en el penal. En ese marco de la violencia se va distinguiendo la que es entre pares, es decir, entre alumnos».

«También se reconoce la violencia o discriminación dentro del propio sistema, que puede venir de docentes, administrativos, hacia la población escolar”, dijo.

Cada caso requerirá un abordaje y tratamiento especializado. Cruz recordó que esto se debe a que tanto en el lado del agresor como de la víctima se trata de menores de edad.

El viceministro de Educación Regular, Bartolomé Puma, indicó que no siempre la salida es la expulsión, sino que se requiere un abordaje psicológico.

Solo en casos que ameriten se contempla una expulsión o incluso el manejo por vía penal como infracción. “Necesitan los jóvenes y señoritas de la orientación”, explicó Puma, en La Razón Radio.| La Razon

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