El ‘secreto’ para la preparación de un buen chicharrón de cerdo además de los ingredientes o la sazón, está el perol en el que cose la carne, afirman los conocedores y las abuelas cochabambinas, que son conocidas por preparar los mejores chicharrones del país.
La clave es la paila de cobre, como se la conoce en la Feria 16 de Julio en El Alto, es uno de los artículos que ofrecen las caseritas, en una gran variedad de tamaños.
“El perol de cobre es una tradición de nuestras abuelitas, que cocinaban un rico chicharrón, a mí y a mi mamá nos enseñaron que le da un sabor diferente a la carne”, indicó Rosemary Flores, de 60 años, que vende este platillo tradicional desde hace varios años en el municipio de Vinto, Cochabamba.
Una de las ventajas del perol de cobre ayuda en la cocción “uniforme” de la carne. “Como es un material que guarda mucho calor ayuda a coser bien la carne y que tome un tono doradito y crocante. Dicen que no es necesario poner muchos condimentos, basta el ajo y la sal para que salga rico” señala Blanca Lima, gastrónoma de El Alto.
El perol de cobre es más que un simple utensilio de cocina, en algunos casos pasa de generación en generación, incluso, en el pasado figuraba hasta en los testamentos y no es para menos. “Es un material muy resistente, puede durar muchos años, ya que tiene hasta cuatro milímetros de espesor, son muy pesadas, incluso, las más pequeñas”, comenta Maritza Aguilar, que vende estos utensilios.
Los días de feria en la ciudad Alteña, jueves y domingo, se pueden encontrar las tradicionales pailas de cobre en la calle Hermanos Santa Cruz, en la zona 16 de Julio. “Tenemos de todo tamaño, la más pequeña está a 600 bolivianos y la más grande, que mide más o menos 70 centímetros de ancho y 29 de diámetro, está a 7.500”.
Son artículos tradicionales que solo los que conocen sus características los compran, porque saben su valor, no solo para el chicharrón, sino para todo tipo de frituras. || Con información de Extra.
