Sucre, 12 de octubre (ANV).- Las mesas se rodean de una decena de mujeres y hombres que con las manos remangadas, cuentan el dinero entre billetes nacionales y dólares; es la imágen recurrente que dejan algunas de las bodas tradicionales donde se suele alcanzar hasta los 300 mil bolivianos en billetes que son colgados de la ropa de los recién casados.
La unión matrimonial de una pareja de la rivera del Río Pilcomayo, Limber García y Roselín Mendoza, hace poco se prolongó por tres días y alcanzó los 213 mil bolivianos en T’ipanaku, nos cuenta un seguidor de ANV propio de esa región.
La tradición establece un primer día de matrimonio religioso con fiesta de gala, normalmente un sábado. Al día siguiente ya con vestimenta menos formal, la tradición se abre entregando “convidos” seguido de platos típicos de la zona. Los recién casados invierten algo más de 1000 dólares para entregar a sus padrinos presentes como medio toro, chanchos enteros, quintales de arroz, harina y otros víveres.
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Le sigue una fiesta donde además de los padrinos, otros invitados t’ípan “su cariño” (colgar dinero en la ropa con alfileres) a los recién casados.
El último día de matrimonio, normalmente un lunes, cierran las fiestas matrimoniales con una convivencia que incluye una parrillada después del mediodía.
Entonces se establece un padrino de conteo, quien luego tendrá que redondear el monto final al inmediato superior.
“En esta boda se ha reunido 203 mil Bs y el padrino de conteo aumentó 10 mi Bs, total se se hizo 213 mil Bs. Ha habido casos donde se reúnen hasta 300 mil Bs” nos cuenta el seguidor.
Los que se casaron son de Valle de Poco Poco (Potosí) y Uyuni de Icla (Chuquisaca).
Todo los que viven en las rivera del Río Pilcomayo tiene la misma tradición: Sotomayor, Viña Quemada, Villa Candelaria, Escana, Soroma, Taigata, La Mendoza, Jatun Ckack y Kalacoya, entre otros.