Debido a que el gobierno de facto de Jeanine Añez extinguió el proceso por el caso 24 de mayo de 2008, de racismo en contra de indígenas quechuas en la ciudad de Sucre, este quedó en la impunidad, afirmó este lunes el presidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), Edgar Salazar.
“Lastimosamente este caso se ha extinguido gracias al gobierno de la señora Jeanine Áñez, los acusados le deben agradecimientos a la señora Áñez, porque sus actos y sus hechos han quedado impunes”, sostuvo en entrevista con Bolivia Tv.
Alrededor de 55 víctimas fueron agredidas por un grupo radical en la ciudad de Sucre, cuando fueron humilladas y obligadas a besar el suelo de la plaza principal 25 de mayo en 2008.
La Ley 139 establece el 24 de mayo como Día Nacional Contra el Racismo y Toda forma de Discriminación, en desagravio a las ofensas que recibieron los campesinos.
Con la extinción del caso, Salazar considera que el Día del Racismo y toda forma de discriminación será “un día negro para el pueblo boliviano”.
“Aquellos acusados, aquellos victimadores que han cometido hechos inhumanos, indignantes, delitos de lesa humanidad en contra de nuestros hermanos campesinos han quedado impunes prácticamente”, protestó Salazar.
Criticó también que, hoy en Sucre, los acusados son héroes y algunos medios de comunicación han negado esos actos indignantes en contra de campesinos.
Sin embargo, señaló que espera que haya una reconducción de la justicia boliviana para sancionar los hechos humillantes que vivieron los campesinos chuquisaqueños en 2008.
Recordó que, en el ámbito internacional, estos actos no quedarán impunes porque la Comisión Interamericana de Derechos Humanos admitió la denuncia y se espera el fallo lo más rápido posible.| abi
