El pasado 15 de enero Amparo Zeballos llevó a su perrito, de nombre “Niño”, a una peluquería canina de la ciudad de La Paz para que le bañen y le hagan un corte de pelo; sin embargo, cuando llegó para recogerlo, le informaron que había muerto.
“Les pregunté ¿Qué le hicieron a mi Niño? y me respondieron que mi perrito debió estar enfermo. Les dije que los iba a denunciar, pero no me dijeron nada más y se fueron”, contó la propietaria del can.
“El día 15 de enero yo me apersone a la peluquería ubicada en la Yungas, lo deje a las 10 de la mañana para que le corten (el pelo) y lo bañen, pero me lo entregan a las 11:35 en un estado lamentable, estaba con los ojos blancos, su lengua colgando. Se les paso la mano”, contó.
En ese momento, Zeballos reclamó al personal de la peluquería, pero su preocupación y prioridad fue buscar un veterinario para que intenten salvar a su perrito, aunque ya era demasiado tarde.
Ante este lamentable hecho, la propietaria del canino presentó la denuncia por biocidio a la Fiscalía, pero también presentó su denuncia ante Pofoma, incluso a Senasag y otras instancias.
“Me puse a averiguar más y me enteré que a una funcionaria ni le pagan el sueldo, incluso otro personal que trabajaba antes vio como a un animalito le cortaron el testículo, entonces ellos están acostumbrados a realizar eso, se les presenta las denuncias y no pasa nada. Estoy pidiendo las cámaras para ver quién es el peluquero y quien lo baño”, añadió.
