La cadena de comida rápida estadounidense McDonald’s anunció el martes su decisión de cerrar temporalmente sus 850 restaurantes en Rusia y suspender todas sus operaciones en el país, siguiendo el paso de varias multinacionales que decidieron tomar distancia de Moscú tras la operación militar especial rusa en Ucrania.
El grupo seguirá pagando a sus 62.000 empleados en el país, aseguró en un mensaje el director general de la empresa, Chris Kempczinski.
McDonald’s era en cierta forma el símbolo de las grandes empresas que habían decidido hasta ahora proseguir con sus actividades en Rusia, casi dos semanas después de la invasión de Ucrania.
Pero cada vez estaba más presionado, en particular tras la etiqueta #BoycottMcDonalds en las redes sociales.
“La situación es extraordinariamente difícil para una marca mundial como la nuestra y hay muchas consideraciones a tener en cuenta”, subrayó Kempczinski en su mensaje en el que recuerda al personal pero también a los proveedores y clientes.
Rusia, donde McDonald’s gestiona directamente más del 80% de los restaurantes que llevan su nombre, representa también un 9% del volumen de negocio del grupo y el 3% de su beneficio operacional.
Otras grandes cadenas estadounidenses como Starbucks, KFC y Pizza Hut en Rusia son por su parte gestionadas por propietarios independientes bajo franquicia o licencia.
Yum! Brands, la casa matriz de KFC y Pizza Hut, anunció el lunes por la noche la suspensión de todas sus inversiones en el país y se comprometió, como Starbucks, a entregar todos los beneficios de sus actividades en Rusia a operaciones humanitarias.