Al iniciar su quinto año de gobierno, el presidente Luis Arce Catacora ofreció un informe sobre su gestión, en el que destacó la estabilidad en medio de complejos desafíos internos y externos. Afirmó que su gobierno enfrenta un asedio y sabotaje con bloqueos que le costaron al Estado más de $us 4.000 millones.
“No exagero si digo que nuestro gobierno enfrenta un asedio y sabotaje prolongados como nunca se ha visto en la historia reciente de Bolivia”, expresó Arce en su discurso. En referencia a los bloqueos, subrayó que estas medidas de presión radicales han asfixiado la economía nacional, generando pérdidas masivas para el Estado.
El Ministerio de Economía confirmó la magnitud de estas pérdidas, y señaló que la cifra de $us 4.000 millones, solo en este año, representa un golpe severo para las finanzas públicas, que han tenido que sobrellevar el impacto de protestas prolongadas y bloqueos en sectores estratégicos.
Desde el inicio de su administración, el presidente Arce ha enfocado sus esfuerzos en lo que él llama la reconstrucción de la patria, luego de una crisis política y social que, en sus palabras, dejó al Estado en un modo de colapso después del gobierno de facto.
En este sentido, destacó que uno de los logros de su gestión fue mantener la estabilidad económica en medio de un panorama internacional complejo, a pesar de las presiones internas que, afirmó, buscan hacer naufragar a su gobierno.
Arce también resaltó los desafíos de reconstrucción que su administración ha enfrentado no solo para recuperar la economía, sino también para garantizar la paz social en medio de un contexto de inestabilidad política.
El bloqueo de 24 días perjudicó el comercio y la producción nacional. Foto: APG
“Nuestra prioridad ha sido y seguirá siendo consolidar una economía sólida y una sociedad unida, a pesar de los obstáculos que enfrentamos”, afirmó.
El mandatario boliviano subrayó que la estabilidad económica alcanzada hasta el momento se ha logrado en un entorno internacional adverso, marcado por la volatilidad en los precios de las materias primas y la presión inflacionaria.
A ello se suma, según Arce, un asedio interno que persigue desestabilizar su administración. Sin embargo reafirmó su compromiso de continuar trabajando por el desarrollo del país y la protección de los intereses de los bolivianos.
Con estas declaraciones, el presidente Arce cerró su informe de gestión destacando su compromiso de cara a su quinto año de mandato, asegurando que mantendrá su enfoque en el fortalecimiento de la economía nacional y la consolidación de una Bolivia más soberana y resistente a los embates de la política interna e internacional. || AEP
